domingo, abril 21, 2013

y en el banco
      del fondo de mi casa
hay una plaza, donde
   los niños juegan,
sobre todo, juegan dos,
  que son como hermanos,
juegan a que se trepan y
     se caen
y las mariposas se posan en
        los cactus
y de golpe siempre es
   primavera,
en esa plaza que
    queda al fondo
en el fondo, de mi casa.


"Luego, conteniendo la respiración, agucé el oído. Intenté escuchar una voz tenue que debía de estar allí. Al otro lado del chapoteo del agua, de la música, de las risas de la gente, mi oído captó un débil y mudo eco. Una persona llamaba a otra persona. Una persona buscaba a otra persona. Una voz que no llegaba a ser voz.
Con palabras que aún no eran palabras".
H. Murakami, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo.

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