las olas no rompen
apresuradas en la orilla
ni la mariposa piensa el instante
en que se posa en la flor
ni el perro
cuenta las vueltas
antes de acostarse
así, las hojas del ginko
así, el viento en la noche
así mis manos
apresuradas en la orilla
ni la mariposa piensa el instante
en que se posa en la flor
ni el perro
cuenta las vueltas
antes de acostarse
así, las hojas del ginko
así, el viento en la noche
así mis manos