tenemos esa imprudente costumbre
de develarnos secretos
de develarnos secretos
como si no supiéramos
de las fallas en los cimientos
y la desnudez pudiera encontrarnos
y la desnudez pudiera encontrarnos
un día de lluvia
en la penumbra de la casa del árbol
en la penumbra de la casa del árbol
y sin una escalera
para poder bajar
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